Diabetes tipo 1 y alcohol
Aprender a consumir alcohol de forma cuidadosa y segura con diabetes tipo 1 es una parte importante de disfrutar de una noche con los amigos.
¿Puedo beber alcohol con DT1?
La respuesta es sí, puedes beber alcohol (de forma responsable) con diabetes tipo 1 (DT1). Pero el alcohol puede afectar a tus niveles de glucosa en sangre de distintas maneras.
Al igual que las personas sin diabetes, el alcohol debe consumirse con límites prudentes. La recomendación general es no más de una bebida al día para una mujer o dos para un hombre. Para más información, visita El consumo de alcohol y tu salud, una guía de los CDC.
Cosas a tener en cuenta al beber alcohol
Es más complicado que simplemente contar los carbohidratos. Hay bastantes cosas que debes aprender y tener en cuenta cuando consumes alcohol con diabetes de tipo 1. A continuación te explicamos las distintas formas en que el alcohol puede afectar a tus niveles de glucosa en sangre y cómo disfrutarlo de forma segura.
Algunos tipos de alcohol -como la cerveza, los vinos más dulces, las bebidas mezcladas azucaradas y la sidra- contienen por sí solos una cantidad significativa de carbohidratos. El licor puro no suele contener carbohidratos pero a menudo se mezcla con jugos de fruta muy dulces, refrescos o aditivos si es aromatizado. Esto significa que puedes necesitar más insulina para ciertas bebidas alcohólicas que para otras. Aborda cada bebida con cuidado e investiga el contenido en carbohidratos, igual que harías si fuera comida, para ayudarte a calcular las dosis de insulina.
Tu cuerpo ve el alcohol (o etanol) como una toxina, lo que significa que tu hígado quiere procesarlo y eliminarlo de tu cuerpo lo más rápidamente posible. Tu hígado detendrá sus otras funciones habituales -como liberar pequeñas cantidades de glucosa cada hora- mientras se centra en procesar el alcohol que has bebido. Cuanto más bebes, más trabajo tiene que hacer tu hígado. Esto aumenta el riesgo de hipoglucemia (bajo nivel de glucosa en sangre) en las horas posteriores a la ingestión porque la producción natural de glucosa de tu cuerpo puede descender repentinamente. Si no has reducido tus dosis de insulina, esa insulina extra puede provocar hipoglucemia cuando estás dormido y potencialmente intoxicado. La actividad, como bailar, combinada con el consumo de alcohol puede aumentar aún más el riesgo de hipoglucemia grave.
Tener una merienda o comida ligera en el estómago mientras el hígado procesa ese alcohol puede ayudar a compensar la reducción de la producción de glucosa del hígado.
Es fácil olvidarse del control de la diabetes si estás intoxicado y divirtiéndote. Considera la posibilidad de programar alarmas y recordatorios para comprobar tus niveles de glucosa en sangre o tomar el medicamento nocturno (como la dosis de insulina de acción prolongada antes de acostarte). Tal vez quieras recordatorios para despertarte más tarde por la noche para comprobar tu nivel de glucosa en sangre y otro para por la mañana. Despertarse a menudo o temprano cuando has estado bebiendo no es precisamente divertido pero esto es por tu seguridad.
Si bebes mientras bailas, ese ejercicio puede compensar fácilmente los carbohidratos de tu cóctel, cerveza o vino. Esto significa que deberás ser muy cuidadoso al dosificar la insulina para esos carbohidratos a fin de evitar la hipoglucemia. También puedes programar una tasa basal temporal para las horas posteriores a la ingestión, para evitar la hipoglucemia mientras duermes. Es más difícil sentir los síntomas de la hipoglucemia cuando estás intoxicado así que vigila de cerca tu monitor continuo de glucosa (MCG) o comprueba a menudo tu nivel de glucosa en sangre con el monitor.
El glucagón de emergencia es un tratamiento para la hipoglucemia grave que indica al hígado que libere una gran cantidad de glucosa almacenada. Si has consumido una gran cantidad de alcohol, los tratamientos de emergencia con glucagón pueden no ser tan eficaces porque tu hígado está centrado en eliminar el alcohol de tu cuerpo. No responderá al glucagón tan plenamente como lo haría si no hubiera alcohol en tu organismo.
Tus amigos pueden pensar que estás bien cuando te desplomas en el sofá después de una noche de copas pero puedes correr el riesgo de sufrir una hipoglucemia grave. Enseñar a tus amigos a que nunca te dejen “dormir para que se te quite” sin haber comprobado tus niveles de glucosa en sangre y tus dosis de insulina es una parte muy importante para disfrutar de una noche de fiesta. Si te encuentran vomitando repetidamente o experimentando una hipoglucemia grave (sin respuesta), enséñales a llamar al 911: podría salvarte la vida.
Consumir demasiado alcohol con demasiada rapidez puede arruinar la noche a cualquiera pero es especialmente peligroso con DT1. Ve más despacio alternando con el agua. Esto también te mantendrá hidratado, lo que te ayudará a evitar dolores de cabeza a la mañana siguiente.
Deja que tu equipo de diabetes te ayude a aprender a dosificar la insulina para el alcohol. Se necesita mucho ensayo y error pero el objetivo es mantenerte seguro mientras aprendes.
Qué puedes hacer si vomitas por intoxicación etílica
Si has consumido demasiado alcohol y vomitas en exceso, puede aumentar el riesgo de hipoglucemia grave o de cetoacidosis diabética (CAD). Si vomitas alcohol y alimentos para los que tomaste insulina, puede ser necesario llamar al 911 para evitar una hipoglucemia grave. Es posible que tengas que acudir al servicio de emergencia más cercano para rehidratarte con líquidos intravenosos.
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